Semana de museos, olores, y mañoseo

Se me fue la segunda semana acá con una que otra historia para contarles, aunque no sé qué tan gracioso pueda haber sido porque parece que mi poder de tolerancia está empezando a desaparecer.
Por ejemplo en clases tengo una compañera china de 42 años que no tengo idea cómo se llama de verdad, porque ella prefiere que le digan Tracy. Aparte de tener más bigotes que un gato no le entiendo nada, y he tenido la mala suerte de trabajar con ella cuando toca hacer conversaciones en pareja... Es bien latera la pobre y me la tengo que aguantar no más.
Aunque lo peor llegó después cuando me tocó con Mich, un japonés que ya no puede ser más rancio y tóxico! Es sencillamente inexplicable cómo no puede sentirse los olores porque es pestilente y tampoco se cambia ropa... Ahora cuando lo saludo trato de no pasar cerca de él y prefiero hacerle señas. Lo cortés no quita lo valiente, pero les juro que me imagino que ni los muertos deben ser tan fétidos como este japonés...
Siguiendo con el tema de los olores les contaré que los rusos también son harto fuertes y más encima comen como si el mundo se fuera a acabar, son realmente cerdos, agarran todo con la mano y después ni se las lavan...
Ahora les puedo hablar de algo más agradable, como que aproveché de ir a dos museos por los que no tuve que gastar ni un pound en la entrada, afortunadamente acá todo eso es gratis.
El primero que visité y que para mi fue el más interesante fue el Manchester Museum, donde habían secciones del antiguo Egipto, Grecia, animales, colección histórica de monedas, un “árbol genealógico” de la evolución de las diferentes lenguas existentes hoy día y una que otra cosa que ahora no recuerdo bien.
El segundo fue el Museo de Ciencia y Tecnología que si bien era choro, no me pareció tan atractivo, salvo un recorrido que había sobre una recreación subterránea del Manchester de principios de siglo, donde se mostraba la evolución de los sistemas de alimentación de agua, energía y por supuesto también todas las enfermedades y plagas que acabaron con gran parte de la población entre 1890 y 1915.
Ahí también había una muestra de aviones, motos, cámaras fotográficas, trenes y otra parte como interactiva donde se podía aprender cómo funcionan las cosas. Interesante pero quizás iba con muchas expectativas, las que sigo manteniendo para la próxima visita que haré al Imperial War Mueseum, donde según me dijeron hay muestras históricas de todas las guerras en las que participó Inglaterra, desde tiempos medievales hasta ahora... Ojalá sea choro.
Finalmente no puedo dejar de contarles algo que muchos saben y tienen claro: Soy muy complicado con las comidas.
La cosa es que el sábado nos dio por almorzar algo distinto y todos mis compañeros querían comer Kebabs, una cosa árabe que de vista para mí se ve tan apetitosa como puede parecer un perro atropellado... David y Konei me trataron de convencer más de una hora para que probara el famoso Kebab hasta que lo lograron, pero grande fue mi sorpresa que cuando le di el primer mordisco me quise morir y mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuera un asado con los amigos o familia, o por último una sopaipilla comprada en un carro de la calle, creo que cualquier cosa hubiera sido más rica en ese momento. El pollo que traía era muy picante y las salsas eran indescriptibles. Primera y última vez que pruebo esa tontera, así que ahora por lo menos estoy haciendo el intento de comer cosas nuevas...
Después de eso me puse un poco mal genio, pero se me pasó rápido cuando fui a comprar unas papas, arroz, zanahoria, tomate y carne (el kilo de carne cuesta cerca de 5.500 pesos), y junto al arroz que tenía acá en la casa me hice un arroz que ya no podía estar mejor. Qué Piccola Italia, Los Buenos Muchachos o cualquier restaurant! Cómo disfruté mi comida...
Otra cosa que quería contarles es que acá todos los días se pueden encontrar “locos” y curaditos en la calle haciendo shows como gritar tonteras, tratar de hacer parar los autos como carabineros o lo que sea, además es típico ver a toda la gente tomando cerveza y cualquier otro trago caminando como si nada.
Pero no les he contado algo que me pasó el viernes en la noche cuando salimos con David... Resulta que fuimos al Printworks, que es como un paje lleno de locales y cuando se nos ocurrió entrar a uno que se llama “Paparazzi” fui víctima de la discriminación europea. No me dejaron entrar porque andaba con zapatillas! Sólo está permitido el ingreso con zapatos, no pueden ser tan lateros, así que después no nos quedó otra que probar en otro lado que no recuerdo el nombre, pero igual estuvo simpático... Esta vez no bailé porque la música era puro house y cosas raras, lamentablemente acá creo que será difícil encontrar partes donde pongan sus “Cumbia Nena, esto es Amar Azuuuuul”, Garras de Amor, Hechizo o al Potro... Si hasta estoy extrañando el reggaeton y la “gasolina”... Cómo olvidar tu performance Chino! Quiero puro mostrarla acá a ver si puedo imponer un nuevo estilo, pero dejaría en claro que los créditos son tuyos. Duro!!!
Eso por ahora ojalá les haya gustado y después les contaré más historias...

PD: Voy a tratar de poner tantas fotos como pueda.