Todavía creo en Cavernícolas!!!

A muchos les sorprenderá que después de más de una semana no postee algo contando lo que me ha pasado por acá. No es que no haya ocurrido nada interesante, pero parece que me faltaba inspiración para escribir y también debo reconocer que he estado un poco cansado porque en las noches me estoy poniendo a ver películas y me acuesto tarde.
Que el post de hoy esté dirigido sólo a unos pocos destinatarios no significa que carezca de importancia. Al contrario, sepan todos que me es muy importante expresar lo que leerán a continuación.
Corría marzo del 2003 cuando invité al Boris y al Juan, dos de mis grandes amigos, para que se integraran a un equipo de futbolito que participaba en una liga los domingo por la mañana en San Joaquín.
Resulta que cuando terminó el partido nos pusimos a pensar en la idea de hacer un equipo por nuestra cuenta e invitar a más gente del colegio pensando que tendríamos buenas posibilidades de armar un buen grupo y, por qué no, pelear por el campeonato.
Luego de varias gestiones y otros tantos inconvenientes para convencer a las figuras, a la semana siguiente debutó el glorioso “Cavernícolas”, y en honor a la verdad hay que decir que fue con una derrota.
Para los próximos partidos los problemas aumentaban porque cada vez menos gente estaba dispuesta a levantarse temprano el domingo. Recordados serán los casos del Negro Santander, Rafa Ching, Wuatup, Rubio, Peirano, entre otros.
Pero de a poco nos empezamos a armar. Del colegio éramos fijos Boris, Juan, Chino y yo, a veces llegaba el Adrián. Además estaban las contrataciones del Pancho, Roberto Parra (que en el fondo es del colegio), Toño y Julio, éste último un caso emblemático por ser el goleador del equipo, pero también amenaza constante de dejarnos en cualquier momento con uno menos.
El primer año no nos fue tan bien pero salimos adelante, el 2004 salimos terceros perdiendo el segundo lugar a último minuto contra Mandarina, pero fue un buen año porque ahí llegó nuestro arquero Kilo y también Cristian, el “tractor” de Cavernícolas que más adelante llevó a dos amigos más, Matías y Álvaro. Mención aparte para Reinaldo también por favor, que antes de cada encuentro (o en el entretiempo) se mandaba su sagrado “reinaldo”, el que sabe, sabe... O cuando nuestro amigo Juan casi “se queda en la calle” luego de las amenazas del árbitro, sólo porque el Chico le insinuó que estaba curado y después le dijo “ni de taca taca”, jaja. Notable!
El 2005 vino la consagración. El equipo se empezó a afirmar y era sagrado que después de los partidos nos íbamos por unas bebidas al frente de San Joaquín. Quizás eso ayudó a que nos uniéramos más y empezáramos a tomarnos más en serio el campeonato para ganarlo de una vez por todas porque, modestia aparte, siempre he creído que a pesar de que llegamos siempre atrasados y justos (no como Arakiri), somos el mejor equipo de todos.
Empezaron los mails lateros tratando de dar ánimo y de incentivar a la abstinencia del alcohol la noche antes de los partidos, tomamos más confianza y como grupo se notaba que lo pasábamos bien jugando. Aunque fuésemos perdiendo sabíamos que de cualquier modo ganábamos. Cada domingo era un show... Goles de Boris por el segundo palo (luego de un acabado estudio probabilístico), el golazo del Cristian a Sepultureros en el alargue (aunque después no sirviera de nada, jaja), los goles decisivos de Álvaro y el Chico, los desbordes de Parra por la derecha, las atajadas y los gritos del Kilo y la seguridad de Pancho atrás. Ah, mencionemos también las lesiones del Yoyo... Impresionante!!!
Hasta que llegamos a la final luego de mucho sacrificio y con una confianza absoluta en nuestros medios... Por primera vez llegamos todos sobrios y como guinda de la torta Álvaro con zapatillas nuevas. El resultado fue un baile y una exhibición: 6-2 y a celebrar con plata y medallas. Qué asado que nos mandamos ese día en la casa del Pancho!
Ha pasado casi un año desde ese día y hoy Cavernícolas está en una difícil situación en la búsqueda del bicampeonato, pero mientras haya posibilidades estoy seguro de que mis leones van a dejar la vida en la cancha... Tal vez por eso se me ocurrió dedicarles este posteo.
Desde aquí quiero darles todo el ánimo para el partido del domingo contra Mandarina y que ojalá podamos ganar para seguir soñando con el título. Si no se dan las cosas, mala suerte no más, pero quedaremos con la conciencia tranquila de que lo dimos todo y al final no hay penas que una bebida en el mismo local donde se sacaron la foto con Matías Fernández, o un asadito no puedan hacer olvidar, o no?
Aunque no me crean todos los domingo pienso en los partidos de ustedes y me imagino disfrutando y riéndome en la cancha.
Estoy orgulloso de ser un Cavernícola más y feliz de compartir con todos ustedes que aunque suene cursi son más mucho más que “el equipo de los domingo”.
Les mando un abrazo grande y todas las fuerzas para el próximo partido. Siento en el aire la victoria y también el milagro...

“El Capitán”

PD1: Espero que me guarden la medalla hasta el próximo año.
PD2: Paguen las cuotas!
- Chico Y Boris, ustedes tienen el espíritu de lo que es Cavernícolas desde el colegio. Sáquenlo este domingo y contagien a todos.
- Kilo sigue gritando y ten confianza cuando te venga por arriba.
- Pancho, como siempre un perro en la defensa para frenar los avances.
- Álvaro, usted es el artista del medio hacia arriba, haga lo que sabe no más.
- Roberto, si te recuperai de la rodilla, la banda derecha no la conoce nadie más que tú.
- Cristian... Nada que decir. Quién es Arturo Sanhueza al lado tuyo!
- Yoyo te tengo toda la fe para terminar el partido sin lesionarte.
- Tomás, aunque no te conozco porque llegaste después de que yo me vine, sé que también vas a darlo todo el domingo y los partidos que queden.